Lavado de cara

Estoy considerando seriamente re diseñar el estilo del blog.
No se, cuando lo empecé estaba en una época rara. Recién encontré un borrador que decía:

"La vida me sostiene, y la ironía me caga a trompadas".

¿Qué se yo? Estaba mal, y distinta a ahora. ¡MUY!


Y estos colores así, rojos, negros, blancos, grises, andaban bárbaro con mi estado emocional de ese momento... Pero creo que ya no.

Cuando empecé el blog, pensaba en diseñar y escribir para transmitir cierta imagen. Para que el que entrara a la página, pensara que yo era... No se, intelectual, inteligente, perspicaz... Nada, una pelotuda. ¡Jaj!

De hecho, los dos o tres primeros posts de este blog, los escribí en el 2006, en un momento mucho más irónico y ácido que hace un par de años.

O sea, me preocupaba lo que la gente iba a pensar cuando viera el blog. A ver, no vamos a ser irrealistas. Si a la gente que lee NO LE GUSTA lo que ve, no lo va a leer. Así que, en función de tener lectores, sí me importa lo que piensen. Pero me importa lo que piensen los que ya me leen y me haceptan por lo que... bloggermente soy.
No me interesa escribir para que la gente me acepte. En definitiva, me queda en claro, después de este tiempillo vivido, que el mundo respeta y sigue a la gente que no le está queriendo chupar las medias.

En fin, supongo que el camino transitado sirvió para ir perfilando lo que quiero, lo que soy, lo que no soy.

Así que, se viene cambio. Y esta introspección... Continuará.