Me pasa, cada vez que conozco a alguien que me gusta mucho, que me entra un miedo enorme de que los dos nos enganchemos igual de rápido, y yo me desenganche también al toque y el no.
Me da terror pensar que voy a hacer sufrir mucho a alguien.
No es de arrogante, como me decía en broma una amiga. Es estadística. Me pasó, y nunca al revés.
Es feo. Es como si ya de entrada me saboteara la relación psicopateándome con cosas que todavía no pasaron. Una boluda...