jueves, 5 de junio de 2014

Soledad, llovizna y frío...

Es increíble como, a veces, cuando nos sentimos solos, recurrimos a los recuerdos para acercarnos un poquito a ese sentimiento de amor que anhelamos otra vez.

Y nos dejamos llevar por la melancolía, tratando de recordar por qué dejamos de estar con tal o cual persona. Desde el velo de la soledad, todo se vuelve nostálgico y mejor.

Tenemos que hacer un gran, GRAN esfuerzo para recordar que las cosas no funcionaron por algo, y nos perdemos en esa lucha de sentimientos encontrados, en la duda de no recordar si hicimos todo lo posible para que las cosas funcionaran.

Se complica el luchar contra la soledad, cuando se empeña en decirte que te equivocaste.

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