viernes, 13 de abril de 2012

Nah... II

Resulta que mi hermana se fue a vivir a Córdoba, y después de unos cuantos meses sola, se mudó a vivir conmigo una amiga de ella, Pocha.

Un par de noches atrás, salimos a un barcito a la noche, y para salir, le presté un par de zapatillas. Se las puso, nos cambiamos, nos preparamos, salimos.

Bajando las escaleras - yo iba adelante - me doy vuelta para decirle algo, y le veo los pies. Estuve ASÍ de cerca de decirle "Ay, yo tengo un par de zapatillas iguales a esas!" -.-

No podés.

Le conté, nos reímos bastante, y nos fuimos.

Al raaato, en el bar, salimos al kiosco a comprar chicles, y como le dolían los pies, yo le dije "Che, te cambio las zapas. Estas son más cómodas". Y las cambiamos.

Una hora más tarde, le vuelvo a mirar los pies, y... ¿qué creen? Le dije "Ay, yo tengo un par de zapatillas iguales a esas!"

Nooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!

No hay comentarios: