viernes, 23 de septiembre de 2011

Ay, zonzita, ella

Tengo una hermana algo más chica que yo, con quien vivo desde hace un par de años. Siempre habíamos querido vivir juntas, y finalmente se dio.

Hay veces que quiero matarla. Ella me habla, y yo imagino en mi mente que le agarro los pelos de la nuca y le doy la cabeza contra la mesa...

...como todos los hermanos del universo, supongo.

Fuera de lo que uno medianamente espera de una relación con los hermanos, nos llevamos bárbaro. Es más, creo que hasta sería saludable que nos puteáramos un poco más.
El caso es que yo la adoro, porque compartimos mil cosas que no se consiguen ni con todos los diamantes del mundo.

Nos miramos y ya sabemos lo que nos queremos decir. Empezamos una frase y ni hace falta terminarla para estar cagándonos de risa por la boludez de turno. Creo que tenemos un lenguaje propio, como los gemelos. Podemos pasar 20 minutos por reloj tentadas y llorando (sí, sí, en serio, llorando) de la risa. Necesitaría todo otro post para hablar de las miradas cómplices, las caras feas a propósito para las fotos, las cargadas irónicas (pero en joda), de tipo "¡AH, NO! ¡NO TE AGUANTO MÁS! Llevatelá, Amigo de Turno, por cristo mismo, ¡LLEVATELÁ!"
Nos queremos a morir, y mucha gente nos ha dicho que es raro que dos hermanas se lleven así de bien. Así que ALGO bien hicimos.

ALGO aprendimos de toda esa infancia borrascosa cuando nos peleábamos y a los gritos declaraba una o la otra: "¡NO SOY MÁS TU AMIGUITA Y HERMANA!"

Podemos contar una con la otra, y ya de antemano disfrutamos el hecho de que vamos a compartir la vida juntas (esto de compartir la vida, incluye a mi hermanito, claro, pero para él escribiré el debido post).
Coincidimos en querer una familia, y nos imaginamos viviendo cerca, así "los primos" juegan todos juntos. Eso sí, tienen que aparecer dos novios que banquen la parada, sino...

...Sino, vamos a ser básicamente, Patty y Selma. ¡Jhá! (¿Habrán iguanas para ese entonces?)

Por lo pronto, hace mucho, mucho tiempo, prometimos que a los 80 íbamos a salir al boliche. Contra viento y marea y nietos indignados. Oh, claro que sí... Bueno, cuando ella cumpla 80. Yo ya voy a tener 85. Pero se entiende la imagen, ¿no?

Te quiero, Impira. Chas gracias por estar ahí :)

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