miércoles, 1 de diciembre de 2010

Amo mi blog

No porque lo escriba yo. Ni porque sea bueno o malo. No porque sea mío, ni porque tenga los colores y las boludeces al costado que a mi se me antojen.

Sino porque cuando tenés un mal día, y andás medio pelotudo, todo el mundo te interrumpe, y nunca terminás diciendo nada, y te sentís mal, y después repasás en tu cabeza las cosas que podrías haber dicho, y cómo las conversaciones deberían haber sucedido en realidad.

Acá, yo digo lo que quiero, sea una total pelotudez, o no, y si querés leer hasta el final, leé, papá, y si te pinta opinar, bienvenido sea.
Pero comete las interrupciones, forro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ok, si me lo pedis con esa ternura, ok.